La historia de la JP Guardia de Hierro
El origen de Guardia de Hierro se remonta a los años
sesenta cuando todavía el peronismo era una rara avis en los sectores juveniles
y universitarios. Dos personajes fundamentales fueron Héctor Tristán y
Alejandro Álvarez.
Tristán nacido en Salta en 1918, se mudó a Buenos Aires y
se empleó como obrero metalúrgico. El 17 de octubre dio un vuelco en vida,
abrazó con pasión la causa peronista que no abandonaría hasta su muerte.
Durante la Resistencia pasó por varias cárceles. Amigo de Cesar Marcos y John
William Cooke. En la UOM junto a Avelino Fernández creó la Lista Gris opositora
al Lobo Vandor.
Alejandro Álvarez era mas joven, había nacido en 1936. Le
gustaba contar que en el 55, siendo estudiante secundario, tuvo un encuentro
fortuito con Perón que lo marcó para siempre. En 1959 cuando la gran huelga de
la Resistencia en frigorífico Lisandro De la Torre, allí conoció y trabó
amistad con Cooke y Cesar Marcos.
Según cuenta el propio Alvarez, en 1967 Guardia contaba con
unos cincuenta militantes que para la época eran una cantidad importante. En
plena dictadura de Onganía, al igual que otros grupos de Juventud Peronista
veían como natural el camino de la lucha armada. Habían leído Argelia año 8 del
periodista Carlos Aguirre que narraba la revolución argelina; y creían que ese
método de lucha, se adaptaba mejor a nuestra realidad, que la teoría del foco
cubano.
Alvarez y su amigo Fabio Bellomo viajaron a Madrid para
entrevistar a Peron y pedirle su apoyo para viajar a Argelia a recibir
instrucción militar. Perón, no les dijo que no de entrada; sino que le fue
poniendo peros, respecto Argelia o de un segundo destino Yugoslavia; hasta que
les dijo ¿porque no van a Cuba?; para finalmente anoticiarlos “que los cubanos
no los podían recibir”. Finalmente, Perón los disuadió de meterse en la lucha
armada y les pidió en lugar de “vanguardia armada” se constituyan en una
“retaguardia ambiental”. Un espacio de inserción en los barrios dirigido a
formar cuadros peronistas, que llegado el momento, protagonicen el
“trasvasamiento generacional”. Luego de seis meses en Madrid, regresaron con
numerosas y valiosas horas de charlas grabadas, que vía la tecnología de la
época, el grabador Gelosso, hacían escuchar en las cocinas de las casas
peronistas.
En 1971, siguiendo las directivas de Perón de unificar la
juventud peronista, se comienza a construir la OUTG (organización única para el
trasvasamiento generacional), la cual se constituye como una organización
revolucionaria no armada. Su conducción nacional reflejaba el origen de las
organizaciones de sus componentes: Alejandro Alvarez (GH), Roberto Grabois
(FEN), Lorenzo Gatica (ANP-córdoba), Pedro Gonzalez (Reconquista-Salta) ,
Eduardo Ceballos (Rosario) y Fabio Bellomo (GH) integraban su estado mayor.
Su mayor arma fue el adoctrinamiento, a partir de la
lectura de los discursos y escritos de Perón y de la película “Actualización
política y doctrinaria para la toma del Poder” de Pino Solanas y Octavio
Gettino. Fueron parte fundamental de proceso de "Luche y Vuelve" que
culminó con el triunfo de Cámpora. Su crecimiento quedo demostrado en 1972
cuando ganaron las internas del PJ Capital.
Cada joven que ingresaba debía leer y estudiar el Documento
histórico, una suerte de catecismo de la organización que había sido prologado
por el General Perón. El documento arranca analizando las distintas corrientes
corrientes de colonización española, la del Alto Perú con eje en la extracción
de riquezas minerales y la del Rio de la Plata con eje en el contrabando y el
comercio con Inglaterra. A partir de esa visión geopolítica recorre toda la
historia argentina siempre marcando la confrontación del puerto de Buenos Aires
liberal y anglosajon, contra el interior federal y nacional. Una muy buena
síntesis histórica, que aún hoy, tiene absoluta vigencia.
Lo que denominaban su frente principal era el trabajo en
las unidades básicas de los barrios, que se acompañaba de las brigadas de JP.
El frente de cuadros lo componían: los profesionales, los estudiantes
universitarios (FEN.OUP) y los secundarios (JSP), la agrupación de Docentes y
el Frente Cultural. La directiva era crecer en el frente principal o sea el
trabajo barrial.
El artista plástico Daniel Santoro, comenzó militando en
nocturnos de la JSP, luego en la universidad y finalmente en el frente cultural
que conducía el Negro Caloi y del cual formaban parte Carlos Carella, Raúl
Carnotta, Osvaldo Attila, Carlos Bisso, Charly Fernandez, Ovidio Martinez y
Graciela Lemoine entre muchos otros.
En el frente docente militaban intelectuales como Amelia
Podetti, Aldo Carreras, Cacho Piñón, Juan José Flesca, Ana Colotti y Mabel
Allerand entre otros.
Guardia de Hierro, entendía que su lugar siempre estaba en
el centro del dispositivo de Perón y que debían ser una especie de espacio
colchón entre los sectores de la izquierda y la derecha peronista. Javier
Mouriño narra una anécdota de ribetes típicos de la época. La Federación
Juvenil Comunista (Fede) quería participar del acto de asunción de Campora el
25 de Mayo de 1973 porque venían Allende y Dorticós. Pero, la Fede no era vista
con simpatía por los sectores sindicales y tampoco por la JP montonera.
Entonces los secundarios de Guardia (JSP) le ofrecieron brindarles su
protección para ingresar a la plaza. Cuenta Mouriño : “El jefe de la Fede era Martin
Granovsky, y el nuestro de la JSP era Daniel Romero. Nos encontramos frente al
Colegio Nacional y allí se hace una especie de ceremonia. De un lado la Fede
formada con sus carteles y banderas y del otro nosotros también formados con
nuestras banderas. Imaginate era una escena medio de película donde se
encuentran dos ejércitos. Se adelantan los jefes y Martín le regala el
“Quehacer” de Lenin a Daniel... y Daniel le regala “Conducción Política” de
Perón a Martín...se abrazan... y entramos a la plaza con las banderas negras de
la JSP y las banderas rojas de la Fede...era muy impresionante verlo”
El histórico líder de Guardia Alejandro Álvarez, fue un
personaje muy especial, de perfil bajo, nunca ocupo ningún cargo partidario ni
de gobierno. Su pensamiento expresado en documentos y charlas a los militantes,
por momentos es absolutamente claro y preciso y en otros sumamente denso y
sinuoso.
Cinco días despúes de la muerte del General Peron, Alvarez
decide disolver su organización. Esto generó gran disconformidad y desconcierto
en sus cuadros. Pero una de las razones y muy justificada fue preservar a su
gente del clima de violencia que se avecinaba. Alvarez lo explicaba de la
siguiente manera: “Y el 1º de julio, que es el día en que se les planteó a
todos los peronistas; es qué hacer con la vida de uno; porque me parece que lo
que quedó en suspenso fue el destino del país... . Y entre otras cosas - se me
ocurrió a mí, que creo que se le debe haber ocurrido a muchos tipos...- fue
irme a mi casa. Me parece que para los peronistas es una explicación suficiente
el irse a su casa porque su jefe se ha muerto. Entonces en ese momento yo
decidí disolver la organización, porque me pareció que cada uno debía recuperar
su libertad, esa libertad que no se podía tener si se sentía obligado por la
estructura, o por el compañero que tenía al lado.
Y, ese impulso de irse a la casa, como dice Álvarez no fue
solo de él. Mucha gente, de otras organizaciones incluyendo de Montoneros, ese
día decidieron, irse a su casa o salir del país que significaba lo mismo.
Guardia de Hierro fue una muy importante organización
juvenil del peronismo de los años setenta. Hay quienes los criticaban por su
excesivo dogmatismo, por sacralizar la palabra de Peron o por su tendencia a
desarrollar teorías conspirativas. Disputaron el mismo espacio con la juventud
montonera y las desconfianzas y criticas eran mutuas. Pero esas disputas nunca
pasaron al plano de la violencia. Por ejemplo, Guardia no participó de los
enfrentamientos de Ezeiza, y entre los ajusticiados por Montoneros no hubo
ningún miembro de Guardia.
Por sus filas pasaron pasaron, con mayor o menor grado de
organicidad, hombres como José Manuel de la Sota, Juan Carlos Mazzon, Olga
Riutort, el ex gobernador de Mendoza José Octavio Bordón, la senadora por San
Luis Liliana Negre de Alonso, Vicente Joga y Gildo Insfran –ex y actual
gobernador de Formosa, respectivamente-, José Luis Manzano, Rodolfo Díaz,
Ricardo Klass, la ex senadora por Santa Fe Liliana Gurdulich, Virginia
Sanguinetti, Adriana Vely–que fue diputada por Misiones-, Humberto Podetti y
Daniel Adrogué, entre tantos otros.
En su prédica descalificatoria del Papa Francisco, Horacio
Verbistky instaló que en los años 70, Jorge Bergoglio integraba una
organización supuestamente antisemita llamada Guardia de Hierro.
La verdad es que Guardia de Hierro nunca fue una
organización antisemita y de derecha. Fue un grupo peronista a secas. Y Jorge
Bergoglio no la integró; solo tuvo vínculos de amistad, de reflexión
intelectual y política con algunos de sus integrantes como la filosofa Amelia
Podetti, Fabio Bellomo, Francisco “Cacho” Piñon ( quien fuera rector de la Universidad
de El Salvador) y Walter Romero entre otros.
Como todo hombre tiene derecho a rectificarse, en su último
libro Vida de Perro, el periodista Horacio Verbitsky dice: “Guardia de Hierro
es un núcleo fundamental que ha sido demonizado. No era una organización
antisemita; por el contrario, había allí tantos judíos como en Montoneros. Era
una organización juvenil peronista como Montoneros, que luchó por el regreso de
Perón y que, al revés de Montoneros, que hizo una deriva al autonomismo, siguió
un camino hacia la verticalidad con Perón”. Bueno, creo que con esta definición
queda saldado su opinión anterior.
* por Aldo Duzdevich
El columnista es autor de Salvados por Francisco y La
Lealtad- Los montoneros que se quedaron con Perón.